Historia del parque Papagayo Acapulco

La historia del parque Papagayo ha sido una lucha entre particulares, gobierno y ciudadanía por lograr construir este gran pulmón de nuestro hermoso Acapulco.
¿Qué había antes de que comenzara la historia del parque Papagayo?
La historia del parque Papagayo comienza durante la época de la Colonia, donde se construyeron hornos para cocer ladrillo en la zona donde se encuentra hoy el parque. Por esa razón, la playa localizada a la altura de estos terrenos en Acapulco fue conocida como playa Hornos.
Los hornos se mantuvieron funcionando muchos años, pero posteriormente pasaron a convertirse en huertos de diversos frutales. Estos huertos eran propiedad de algunas familias acapulqueñas, y entre estas familias se encontraba la familia del líder obrero Juan R. Escudero.
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En el año de 1930, estos terrenos fueron expropiados por el entonces presidente Pascual Ortiz Rubio por “causa de utilidad pública” para que 22 hectáreas de estos terrenos pasaran a manos del general Juan Andrew Almazán, el entonces Secretario de Comunicaciones y Obras Públicas en el gobierno dicho presidente. Un acto para benéfico de la clase política.

Andrew Almazán construyó en estos terrenos un hotel conocido como el hotel Hornos, que mas tarde sería llamado hotel Anáhuac, y finalmente pasó a ser el hotel Papagayo, razón por la cual a este lugar se le conoce como papagayo y que mas tarde dio al parque el apodo del parque Papagayo. Este hotel fue el primer hotel de Acapulco y cerró sus puertas en 1972.
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La empresa fabricante de telas Blanco Sucesores adquirió el hotel Papagayo en ruinas por 40 millones de pesos.
El proyecto de creación del futurista espacio recreativo para los acapulqueños
El gobierno del estado de Guerrero expropió el predio e indemnizó a la empresa Blanco Sucesores por la cantidad de 207 millones de pesos. Pero Blanco Sucesores consideró inconstitucional el decreto expropiatorio y exigió una indemnización de mil millones de pesos. Esto ocasionó un tedioso y complicado litigio entre el gobierno del estado y dicha empresa que duró algunos años.
El 1 de marzo de 1979 fue una fecha culminante en la historia del parque Papagayo, pues el gobernador del estado Rubén Figueroa Figueroa expidió un decreto de expropiación del predio para convertirse en un parque recreativo para la ciudadanía de Acapulco, este parque sería llamado Ignacio Manuel Altamirano en honor al escritor guerrerense. El propósito de este proyecto era establecer un parque recreativo y futurista en bien de la ciudadanía, por lo que este proyecto tuvo el asesoramiento de técnicos de Disneylandia y se destinó una inversión de 400 millones de pesos.

Se contempló tener un acceso directo del parque a la playa por lo que un tramo de la costera Miguel Alemán pasaría por debajo del nivel del mar conociéndose este tramo como el famoso paso a desnivel de la costera. También se construyó un teleférico que bajaría del cerro El Herrador dentro del parque hasta la playa, pero este mecanismo nunca fue puesto en marcha por falta de pagos por parte del gobierno encabezado por Alejandro Cervantes Delgado.
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El parque Papagayo fue inaugurado el 28 de febrero de 1981 y abierto al público el 10 de marzo del mismo año. A su apertura el parque contaba con mas de 2000 aves traídas de Sudamérica y nativas de México, desde flamencos, tucanes, patos papagayos y muchas más; además contaba con venados, monos araña, cocodrilos, etc.
La historia del parque Papagayo ha estado llena de disputas por los terrenos
La madrugada del 9 de octubre de 1997 fue un capítulo muy triste de la historia acapulqueña, pues el huracán Paulina azotó el puerto inundando el paso a desnivel del parque Papagayo, por lo que más tarde fue cancelado y rellenado, dejando el aspecto con que hoy cuenta este maravilloso parque de nuestro Acapulco. El parque continuó pasando por conflictos entre el gobierno, empresas que administraron el predio y particulares, pero el esfuerzo de la ciudadanía por mantener este bello ícono y pulmón del puerto ha sido lo que lo ha mantenido vivo para ser disfrutado por todos los acapulqueños.
Falto mencionar a las organizaciones de sociedad civil, particularmente las que manejan el tema de medio ambiente y que trabajan de manera activa en el municipio y tienen espacio fijo en el Parque Papagayo que funcionan como sus oficinas.
Hubiera estado genial explicar que sucedió con los animales que llegaron al inicio de su apertura y si aún están en el parque, daría elementos para recomendar que podemos y que no hacer para contribuir a la conversación de esas especies y del hermoso pulmón de nuestro Acapulco 🙂