Casa de la Cultura de Acapulco

Algunos datos de esta práctica:

Su nombre en sánscrito es Surya Namaskar. En el macrocosmos es quien llena de vida con su luz, y en el microcosmos, ese eco universal que somos cada uno de nosotros; es nuestro corazón espiritual, quien percibe lo verdadero y nos conecta con la energía divina. Honramos al que nos ilumina y también nuestra luz interior.

Es una secuencia de 12 posturas o asanas en la que se sincroniza la respiración con el movimiento. Se practica en muchos países al iniciar la primavera. Activa todos los músculos del cuerpo en conciencia, es decir utilizando para ello concentración de la mente (meditación activa), para estimular la energía interna que se concentra en la espina dorsal.
Este ciclo de posturas en forma grupal y en un lugar al aire libre se potencia el flujo de energía y la conexión entre las personas y la naturaleza.

La tradición yóguica indica que 108 es un número místico o sagrado. Hay muchas historias y teorías al respecto. Podríamos indicar que los 12 cuadrantes del cielo o las doce horas del sol son multiplicados por 9 como numero de la última escala evolutiva de la consciencia y es igual a 108.

Los Japa malas, que son los collares o rosarios para la meditación, tienen 108 cuentas. El 1 representa a Dios o a la verdad Divina. El 0 representa el vacío o lo completo en la práctica espiritual; el 8 representa lo infinito o eterno; por esta razón hay 108 cuentas en una mala.

Generamos una energía específica cuya frecuencia tiene como significado la amplitud, totalidad, sentido de unidad y amor incondicional.

Te esperamos!!☀