El porrazo del tigre: tradicional y emocionante lucha ritual.

En el estado de Guerrero existe una tradición de luchadores ancestrales: el porrazo del tigre. En esta lucha ritual los contendientes se empujan, jalan, o cargan hasta conseguir el “porrazo”. El objetivo es derribar de espaldas al contrincante. Pero los contendientes luchan con todo el corazón y si el contrincante no cae de espaldas la lucha puede continuar en el piso. Es en Tixtla, Chilpancingo y Amojileca, donde tienen lugar los emocionantes encuentros del porrazo del tigre.
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Origen de el porrazo del tigre
En Guerrero se conservaron muchos ritos y tradiciones alrededor de la figura sagrada del jaguar, que en nuestro estado conocemos como tigre. Incluso en el escudo del estado de Guerrero podemos encontrar la figura del guerrero jaguar. Pero se desconoce cuál fue en realidad el origen del porrazo del tigre. Se cree que provino de la tradición de una lucha ritual de la época prehispánica.
Uno de los antiguos códices aztecas muestra una lucha entre dos de los dioses más poderosos de la mitología nahua, Tezcatlipoca y Quetzalcóatl, vistiendo este último ropaje de jaguar. El jaguar representaba para los aztecas una figura sagrada, era considerado un animal totémico y dentro del ejército azteca existía una élite conocida como los guerreros jaguar. Se cree que esta fue la tradición que dio origen a el porrazo del tigre.

El porrazo del tigre en Tixtla
Alrededor de 1940 los barrios del Santuario y El Fortín, en Tixtla, protagonizaron los primeros encuentros de el porrazo del tigre. En la actualidad esta tradición ritual se ha convertido ya en un torneo y se está buscando formar la primera liga de el porrazo del tigre de la entidad.
En este municipio el porrazo del tigre se lleva a cabo durante las fiestas de San Isidro Labrador el 15 de mayo y la Virgen de la Natividad el 31 del mismo mes. Los contendientes cubren su identidad y corpulencia con grandes gabanes. Al llegar a la zona de combate se descubren en presencia del público ansioso del comienzo de la batalla. El comisionado o encargado de vigilar que la lucha sea limpia da las últimas indicaciones antes de que comience la pelea. Los tigres comienzan a luchar midiendo su fuerza, comienzan los tirones, un par de fintas y ¡vámonos! ¡Al suelo! Uno de los luchadores es derribado espectacularmente y estando espalda al suelo es derrotado.
En Acatlán lanzan “tigradas”
El porrazo del tigre se lleva a cabo también en otras latitudes del estado con algunas diferencias. Por ejemplo, en Acatlán en el municipio de Chilapa, los luchadores utilizan mascaras triplemente forradas. En los puños se enredan cuerdas y se cubren con guantes de piel o gamuza. Esto es ya que aquí se busca vencer dando golpes “tigradas” a la cara del adversario. Los contrincantes pelean por parejas y la lucha continúa hasta que caen rendidos de cansancio.
En Zitlala luchan hasta el agotamiento

En Zitlala también se lleva a cabo el porrazo del tigre. Aquí los adversarios utilizan máscaras para caracterizarse como tigres. Utilizan un tipo de macana elaborada con cable o cuerda curada con brea y endurecida con sal y agua. Con este instrumento se golpean el cuerpo de modo que, al igual que en Acatlán, la lucha termina hasta que los contendientes son vencidos por sus rivales o caen rendidos por el agotamiento.
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